Buscar la sombra es clave en los meses más calurosos del año. Con el fin de sacarle partido a las terrazas y jardines, la mayoría optan por colocar porches, pérgolas o cenadores. Pero ¿cuál es el más apropiado para ti?
Antes de responder esa cuestión, debes conocer en qué se diferencian estos 3 elementos. Sigue leyendo este post para conocer la respuesta y hacer la mejor elección en tu caso.
Características de las pérgolas
Las pérgolas son el elemento estructural más sencillo de las 3 opciones, pues no tiene una cubierta fija. Más bien, se incorporan toldos o celosías para proporcionar la sombra deseada, elementos móviles.
Sin embargo, destacamos su fácil construcción e instalación. Es una alternativa ideal para tamizar la luz solar.
¿Qué son los cenadores?
Una de las propiedades más destacables de los cenadores es que son estructuras completamente independientes. Se ubican en los jardines para dar sombra, pero también para otorgar un carácter íntimo y de gran belleza al espacio.
Por lo general, cuentan con una barandilla unida a las columnas que delimita el propio cenador. Además, su cubierta es muy característica, con numerosas caídas.
Algo que ayuda a encajarlas a la perfección en el paisaje es colocar suelos de tarima, tanto en su interior como a modo de “caminito”.
Las principales singularidades de los porches
Los porches son un anexo de la casa y suelen compartir como mínimo una pared. Resultan más parecidos a las pérgolas, pero la diferencia es que sí cuentan con una cubierta.
Como norma está fabricada del mismo material que la estructura o de tejas (tradicionales o artificiales) aunque puede variar. En algunos casos, también se cierran de forma lateral o frontal.
Así que la mejor elección entre porches, pérgolas o cenadores reside en el tipo de estructura y su ubicación. Después, sea cual sea la elección, en Garden Ventura asesoramos sobre cómo aprovechar de mejor manera la luz del sol a la vez que se consigue el aislamiento térmico deseado.
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